martes, 8 de marzo de 2011

EL REGRESO

La historia continua

Hola a todos. Como todo en la vida, viene, pasa y se va. Así, vino el momento de volver a Argentina, sin ganas y con dolor volvimos a nuestros pagos. Afortunadamente todo salió mejor de lo pronosticado, mi viejo se recuperó mucho más de lo esperado y bastante rápido. En el ínterin, volvimos a trabajar, a la rutina de los horarios y de lo previsible (que personalmente cada vez aborrezco mas). No nos resultó fácil o de otro modo más claro…fue difícil. A ello corresponde sumarle un rápido desmejoramiento en la salud de otro ser querido y su muerte. Mi tío David, hermano de mi viejo, falleció luego de padecer un par de meses. En el medio de esas circunstancias nuestra relación sentía el desgaste del volver imprevisto.

Aun así el 20 de diciembre decidimos continuar nuestro viaje y el resultado de todo ello es que desde hace poco más de un mes disfrutamos de la hermosa Ilha Grande, destino que originariamente fuera nuestra meta.

Y aquí estamos, atrapados por la tranquilidad de Abrao, la blanca arena de Praia dos Meros, los atardeceres fotogénicos de Lagoa Azul y la lejanía deseada de Praia Dos Rios.

Llegar a estos pagos ha justificado con creces todo esfuerzo, pena, dolor, angustia o contratiempo o como quieran llamarlo.

Hemos decidido que este sea nuestro último puerto, dedicaremos todo cuanto tiempo y dinero podamos (que no es mucho) y de a poco planificaremos el regreso.

Desde luego que ha quedado en el blog una laguna ya que lógicamente desde el 20 de diciembre a la fecha hemos tocado varios puertos más y vivido una vida aventurosa que a continuación les relatamos brevemente los puertos y vivencias.



Rio Grande – Florianopolis


En Rio Grande conocimos a Javi e Isa, una pareja que venía subiendo con plazos fijos, tenían que estar el 11 de enero de Angra; con ellos decidimos subir. Luego de algunos cabildeos el 27 de diciembre zarpamos rumbo a Floria, era la etapa más difícil de todo el viaje y el pronóstico no era de lo mejor, sin embrago, llegamos bien y sin mayores contratiempos, parte del viaje se hizo con buen viento y algunos tramos con vientos contrarios. Una vez virado el cabo Santa Marta, avanzamos un poco más y aprovechamos para hacer noche en Imbituba, puerto donde comenzamos a utilizar las anclas. En Florianopolis nos recibió el Santa Catarina Iate Clube. Allí pasamos año nuevo y comenzamos a vivir el “trancuiiiiiiiilo” brasilero.


                                            navegacion Rio Grande-Imbituba, hermoso arco iris doble
con Javi en año nuevo, en el Moebius


entrada al canal Sul de Floria, faro dos Naufragados

                                           llegando a Floripa, como le dicen aca. El puente viejo



  
Porto Belo


Desde Floria pusimos proa a Porto Belo, hermoso puerto, muy protegido y con un par de buenas playas cerca (Bombas y Bombinhas). Allí empezamos a ver que la vegetación se volvía mas verde y que el calor apretaba (les confieso que mucho calor a veces no es tan “lindo”). En Porto Belo conocimos al famoso Joao, “ a cargo” de la bahía.

                                     
                                             caminando hasta Bombas y Bombinhas


Sao Francisco do Sul


Desde allí pusimos proa a Sao Francisco do Sul, hermosa ciudad colonial. Nos quisieron cobrar más de 200 reales por día para amarrar en el Capri Iate Clube y decidimos fondear frente a la ciudad. Tuvimos la suerte de tomarnos de una boya donde amarraba un barco grande que por esos días no estaba en la ciudad. Visitamos el Museo Nacional del Mar, subimos a un punto panorámico donde conocimos algunos locales y recorrimos alguna de sus playas (la entrada a Sao Francisco do Sul lógicamente fue de noche….Gracias Ma por el GPS!!).

                                          desde el barco, se ve el centro historico


                                                                   bonito atardecer


Paranagua

La entrada a Paranagua no fue planificada, habíamos zarpado originariamente con rumbo a Ilha Bela pero en el trayecto el piloto automático dejó de funcionar y era un tramo muy largo para seguir timoneando a mano. Fue una entrada muy complicada. Son 7 millas de canal con rompientes a ambos lados y nos agarró una tormenta que no nos daba chances de errar. Lluvia, visibilidad disminuida, muchos barcos anclados, olas y muuuucho viento nos obligó a capear un rato hasta esperar que amaine. Cuando pensamos que había amainado y ya cerca del canal volvió a soplar y nos tuvo en vilo las 7 millas. Adentro era todo calma, nos recibieron los delfines y pudimos dormir tranquilos. Otro de los motivos que nos obligo a entar fue que se nos trabó la línea de pesca en el eólico lo que nos quitaba una fuente importante de energía. El Universo nos metió en Paranagua quien sabe porque pero fue un puerto que no nos arrepentimos de conocer, hay manglares muy bellos. Allí fondeamos en dos metros frente al centro y estuvimos dos días. Nos hubiera gustado estar más días y conocer Ilha do Mel pero Ari tenía cierto apuro en llegar a Ilha Grande ya que existían posibilidades que nos visite su papa.


                                                      canal Itibere, frente a la ciudad


canoas que cruzan gente a la isla




                                                       Ari en el taxi a remos




Cananeia

Unas 60 millas al noreste de Paranagua fica (esta, queda) Cananeia. No olviden que veníamos haciendo tramos cortos ya que no teníamos piloto automático. Allí entramos, lógicamente de noche, siguiendo ciegamente al GPS (nunca lo hago). Todo fue bien, de nuevo nos recibieron los delfines. Cananeia es muy pintoresca y fondeamos al lado del barco de Brian, un irlandés bonachon que navega desde hace más de 10 años, y habiéndose casado con una brasilera vive en el barco en este puerto desde hace unos 2 años. En este puerto habremos estado una semana aproximadamente. Allí aproveche a cambiar el rotor de la bomba de agua del motor. El tornero muy simpático nos invito a bañarnos en su casa y nos ofreció lo que necesitaramos. Desde allí decidimos seguir rumbo a Santos (seguíamos sin piloto y necesitábamos repararlo siendo Santos el puerto recomendado).





En ilha Comprida haciendo dedo para el ferry




Costanera de Cananeia




Ilhabela

Sabíamos que Santos no era lindo y lo único que nos llevaba hacia allá era la necesidad de reparar el piloto. Aproximándonos al puerto de Santos entró viento en buen rumbo y decidimos seguir a Ilhabela….ya repararíamos el piloto quien sabe dónde. En Ilhabela estuvimos poco más de una semana, recorrimos algunas de sus playas, aquellas a las que solo se accede por mar. Pasmos la mayor parte del tiempo en la Villa, en el Ilha bela Iate clube ya que nos ofrecieron cortesía 4 días, y estaba re bueno.


llegando a Ilhabela



Pelando la semilla del mango


Amanece....no es poco.



Ubatuba


En Ilha Bela no pudimos reparar el piloto y decidimos seguir a Ubatuba, previa escala en Ilha das Coves, isla que nos recibió con una tormenta fuerte con lluvia del Sur. Las anclas se portaron de primera y desde luego la ducha fue en la lluvia!!!!, lo recomiendo. Al dia siguiente desembarcamos y conocimos a la simpática familia Almeida. Desde allí seguimos viaje a Ubatuba distante a unas 20 millas. Alli tomamos amarra en el Ubatuba Iate Clube…..hermoso. Volvíamos a la comodidad de la amarra, de las piletas de los clubes, duchas, electricidad, etc. Aproveche a instalar luces led en la cocina que el padre de Ari nos había regalado. También reparamos los motones de la driza del spinaker (subida al palo) y nos decidimos a rascar algunos puntos de oxido para pintar. Ubatuba tampoco quizo repararnos el piloto así que me decidí por tercera vez a desarmarlo. Sospechaba que el problema estaba en el compas electromagnético….desconecte y reconecte la ficha y abracadabra…..el piloto arreglado. Desde allí fue bautizado con el nombre de Gerónimo y de tanto en tanto le hablamos. En Ubatuba conocimos a Carlinho, un marinero privado de un yate re buena onda que nos regalo aceite de dende para cocinar el peixe qu saque en navegación. Nos dijeron que era un pz gallo, muy rico por cierto..



Ilha Grande


Ufffffff….. Hay mucho para escribir de Ilha Grande. Ella, nos aloja desde hace ya un mes. La primera playa que tocamos fue Praia dos Meros, la mas alejada de todas, caía el sol y preferí no aventurarnos en la laberíntica Baia da Ilha Grande donde la navegación de noche puede ser peligrosa por sus rocas e islas. Al otro día levantamos anclas y nos dirigimos a paso lento a Lagoa Verde donde fondeamos a pasar la noche, de alli, al otro dia nos trasladamos a Lagoa Azul (Enseada dos Macacos) y desde alli a Abrao, desde donde decidimos quedarnos (porque resistirse?) y desde donde escribo estas líneas.

Dice algún dicho por allí que las experiencias son intransferibles e intentar explicarles el aire que se respira en esta isla seria como intentar describir los colores a un ciego.

Abrao es la villa principal de Ilha Grande, en ella no existen los autos, todas sus calles son peatonales, solo circulan bicicletas y desde aquí parten senderos para distintos lugares de la isla. La ensenada de Abrao esta protegida de todos los vientos y vivimos al ancla. La Isla tiene mas de 100 playas y hemos recorridos muchas de ellas.

Como no nos cuesta aquerenciarnos ya nos sentimos parte de la comunidad de navegantes que en ella, sea en forma transitoria o estable, reside. La lista de personajes seria interminable y todos tienen ya un lugar en nuestro corazón. Me cuestan en particular las despedidas que navegando, no son pocas. El lugar comun es la praia comprida donde hay un chorro de agua que nos une. Es agua potable que usamos para lavar, tomar y bañarnos. Alli nos enucleamos todos a hacer nada, o todo. La vida aquí se vive en camara lenta y los problemas cotidianos pasan por otro lado. El vinculo con tierra firme son nuestros dinguis y cuando nos buscamos, primeros buscamos ellos con la vista, Si el dingui del Belem esta en la playa es porque Rodrigo y Maia estan seguro fueron al pueblo, si esta amarrado a la popa del barco es porque alli estan. Como estamos cortos de dinero desde hace unas semanas hacemos pan para vender y tratamos de hacer paseos con el velero (a quien le interese o sepa de alguien interesado que se ponga en contacto a linkclaudio@yahoo.com o cel argentino 0297 154526270). Es una vida que me gusta y la recomiendo, como sea ya nos pica el trasero por partir y consideramos como próximo destino Rio de Janeiro. Los tendremos al tanto…por lo pronto nos dedicamos a disfrutar del Carnaval Brasilero…quien lo diria!!!!!!. Les mandamos un abrazo a todos.




el "chorro"...de la playa donde nos juntamos todos. Baño con jabon y shampoo



Sin el "chorro" quiza no nos habriamos quedado en Abrao...





vendiendo pan en la playa, el 1° dia sin exito, ahora vendemos a los veleros
(delivery)


- Bom dia Geraldo!, como esta voce?
- Trancuuuuuiiiiiillllllllo 



Playa comprida (gallinas incluidas), "nuestra playa", donde todo y nada ocurre.



El primer chori en meses!!!


Marta del barco ¨El duende¨ y atras se asoma Marcos


El barrio de asado!
Angela, Augusto, Rogelio, Dani, Anibal, Axel y Nacho, Quique, Marcos y Marta


Nuestros primeros clientes!!!!
Marcos y Noelia


Carnaval!!!!, tremendo, Abrao estalla!




Tudo bom!


Rodrigo y Laia, vinieron a Abrao desde Rio de Janeiro a pasar Carnaval